¿Qué hacer cuando una de las personas mas importantes se aleja de tu vida sin alguna razón, solo con una tonta excusa que no tiene casi "ni pies, ni cabeza"?¿Cómo sentirte?¿Cómo seguir?¿Intentar superarlo o seguir esperando a qué vuelva y que todo vuelva a ser lo de antes?
Miles de preguntas surgen en mi cabeza, miles de pensamientos negativos. Lloro noches y noches en silencio, intentando que nadie lo sepa, seco mis lagrimas, sigo. Son las 2 a.m, no me puedo dormir, no dejo de pensarte, ¿qué me pasa? no tengo fuerzas para nada, lo único que espero es ese mensaje diciendo que todo va a estar bien, espero y espero, nunca llega.
Es en ese momento en el que pienso y me doy cuenta que no hay vuelta atrás, que por mas que espere todo terminó. Se me nubla la vista, vuelve ese insoportable dolor en la parte del medio del cuello. Los recuerdos pasan por mi mente como una película, sonrío. Recuerdo cada palabra, cada mirada, cada tomada de mano, cada pelea, por un momento soy feliz.
Pasan los días, no hablamos, siento ese insoportable vacío. Me hace tanta falta.
Se cumplen 30 días desde que ya no existe el "nosotros", no ha cambiado nada, todo sigue siendo como el primer día, sigo sintiéndome como esa nena de 9 años que cada vez que lo veía temblaba por dentro y miles de mariposas de descontrolaban dentro de su interior, sigo poniéndome nerviosa cuando me mira, habla o simplemente cuando me saluda. Y otra vez miles de recuerdos vienen a mi mente, vuelvo a repetir todo lo que pasamos y más allá de todo el daño que pudo haberme causado, SONRÍO ¿porqué sonrío? simplemente por que sucedió.
Disfrutemos de cada momento, por que los recuerdos son lo único que en el final se queda con nosotros.
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