Estamos rodeados constantemente por el arte, cada movimiento lo es. Cuando ofrecemos ayuda, cuando reímos, cuando escuchamos, cuando lloramos, cuando vivimos. Vivir es arte. Amar es arte. Crecer es arte. Somos una pintura que aún no ha sido terminada y cada día que pasa trazamos una pincelada distinta.
Disfrutemos de las cosas pequeñas que la vida nos brinda, no dejemos de creer, de soñar, de reír, hagamos más de lo que nos hace feliz, viajemos, encontremos una pasión, encontremos la felicidad. Amemos, amemos sin límites, espacio o tiempo. Enamoremonos.
Una vez que encontremos el amor, no lo dejemos ir. Luchemos por él, no bajemos los brazos. Porque de eso se trata, de nunca rendirse, de seguir intentando hasta el final.Si nos rompen el corazón no pensemos que todo esta perdido, no nos detengamos. Nunca nos detengamos, sigamos avanzando siempre pase lo que pase. Cada día es una segunda oportunidad, no dejemos de aprovecharlas.
No desperdiciemos momentos por enojos, perdonemos rápido y escuchemos a nuestro corazón. Y por sobre todas las cosas hagamos el bien.
No somos eternos pero podemos hacer que nuestra pintura si lo sea, no dejemos de hacer arte,
